“Los señores congresistas y dirigentes políticos que fueron a Miami a
buscar el camino por medio del cual podían ganar las elecciones en Colombia,
destruyendo incluso la persona del presidente de la República, son delincuentes,
y deben ser juzgados”, afirmó ante cientos de asistentes en Santa Marta,
durante el acto de reconocimiento de responsabilidad internacional por el
genocidio contra la Unión Patriótica.
El evento, ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, fue escenario también de un llamado a la
movilización popular. El jefe de Estado no solo pidió perdón en nombre del
Estado por el asesinato de miles de militantes de la UP, sino que denunció una
continuidad de la violencia política, ahora disfrazada de persecución judicial
internacional.
El mandatario señaló que la campaña para encarcelarlo en Estados Unidos
está siendo impulsada por sectores conservadores, en alianza con figuras como
el senador estadounidense Bernie Moreno, hermano de Alberto Moreno,
expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Es una vendetta
personal”, dijo el presidente, recordando sus primeros debates en el Congreso
contra el lavado de activos y la especulación inmobiliaria.
También mencionó al expresidente Andrés Pastrana, a quien acusó de estar también detrás de
esta ofensiva.
El presidente insistió en que esta
conspiración representa una traición al pacto democrático consagrado
en la Constitución de 1991. “Eso no se le hace a la Constitución del 91 ni al
pacto democrático”, afirmó, dirigiéndose al director de la Agencia Nacional de
Defensa Jurídica del Estado, César Palomino, y exigiendo que se inicien
procesos judiciales contra los responsables.
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| Salvador Allende (qepd) |
El despertar del jaguar
En uno de los momentos más simbólicos del discurso, el jefe de Estado
apeló a la fuerza de los animales para representar el despertar del pueblo
colombiano. “Si el águila dorada ataca al cóndor, el jaguar americano
despierta”, proclamó. “Y somos jaguares, estamos despertando”.
Este llamado a la resistencia pacífica, pero firme, fue presentado como
una respuesta legítima ante la amenaza de una nueva traición. “Nos vamos a
levantar por millones. Seremos jaguares bailando por la dignidad de Colombia,
seremos jaguares para revivir a Bolívar”, dijo, en un cierre que combinó
mística, historia y política.
El presidente concluyó su intervención con un llamado a la defensa de la
soberanía nacional frente a las amenazas externas. “No acepto amenazas. Nos
vamos a levantar por millones”, dijo, advirtiendo que cualquier intento de
judicialización internacional será enfrentado con la fuerza de la movilización
popular.
“Les pido perdón a nombre del Estado para que revivan sus muertos a
través de la lucha del pueblo que viene. Es una manera de revivir, todos lo
sabemos, no morimos. La energía sigue”, concluyó, evocando la segunda ley de la
termodinámica como metáfora de la persistencia de la memoria y la lucha.
(Fin/cpq)
Fuente: Prensa Presidencia de Colombia.



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